La segregación es un proceso legal crucial en el ámbito inmobiliario que permite dividir una finca en varias unidades independientes. Este procedimiento es fundamental para aquellos propietarios que desean vender o desarrollar solo una parte de su propiedad.

Pero, ¿quién asume el costo de la segregación de una finca? Generalmente, es el propietario actual quien debe hacerse cargo de los gastos asociados a este trámite. Estos costos incluyen honorarios de notario, tasas de registro y, en algunos casos, servicios de topografía o arquitectura.

Es importante destacar que, aunque el propietario inicial asume estos gastos, el valor de la propiedad suele incrementarse tras la segregación. Esto se debe a que las parcelas resultantes pueden venderse por separado, lo que a menudo resulta en una mayor rentabilidad.

Invertir en la segregación de una finca puede ser una decisión estratégica y financieramente beneficiosa a largo plazo. Si está considerando esta opción, le recomendamos consultar con un profesional inmobiliario para evaluar las ventajas específicas en su caso.

¿Estás cansado de lidiar con los engorrosos trámites legales por tu cuenta?

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